Panamá: Un mundo cruel que no se puede olvidar

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El director Enrique Castro Ríos, charló con Arzu Çevikalp sobre su largometraje (la historia política de Panamá)  “Dicembres” 

Arzu ÇEVIKALP / arzucevikalp@gmail.com
Foto: Ilker Mutlu

Tuvimos una conversación profunda con Enrique Castro Ríos, el galardonado cineasta panameño de cine en el 38º Festival de Cine de Estambul. Notamos que él ganó un premio de los derechos humanos en cine. Hemos abordado temas específicos como la democracia, la dictadura, la civilización, los derechos humanos, la presión de los medios de comunicación, la psicológica, la violencia, la ira y el odio.

El director Ríos exhibe todas las piezas de su propia vida en su película para que las audiencias tengan un shock. Además de poner a prueba las nuestras paciencias, Ríos nos está arrastrando a un atormentado evento del pasado, y olvidamos todo lo que sabemos hasta ahora.

La película, que presenta derechos humanos semi-ficticios y semi-documentales, deja el concepto de la historia al que estamos acostumbrados y está bajo la influencia de un nuevo estilo. 

La historia que deconstruye el concepto de documentalismo, da una gran lección con sus escenas. El truco está oculto en cada fotograma y se refleja en las escenas que él entiende muy bien del cine. La película merece ser vista una y otra vez. Muchas gracias por haber hecho la entrevista tan detallada… 

“HAY PÉSİMAS Y CORRUPTAS DEMOCRACİAS Y EXİSTEN DİCTADURAS QUE APARENTAN SER PROGRESİVAS”

Las verdades históricas siempre me afectan mucho y en tu película nos has contado algo muy grave… ¿Qué crees que es lo más importante para hablar de la democracia y laicidad? ¿Cuál es la razón detrás de la dictadura?

Es una pregunta difícil porque hay muchos tipos de “democracia” y de “dictadura”. Hay pésimas y corruptas democracias y existen dictaduras que aparentan ser progresivas. En principio prefiero el sistema democrático porque me parece fundamental que las personas actúen por sus conocimientos y convencimientos interiores, y no por lo que se les ordene, demande o exija; que una persona obedezca la ley porque la ley es justa y busca mejorar las vidas de las personas, y que, de no serlo, esa persona cuente con herramientas para proponer el mejoramiento o la derogación de dicha ley. En una dictadura, las personas obedecen la ley por obligación, sea una ley “buena” o “mala”. Pero estas convicciones interiores como parte intrínseca de la democracia no van a ocurrir si la organización social democrática no está acompañada de educación, auto-reflexión, humildad y la capacidad de aprender de nuestros errores. Estos son los elementos importantes para hablar de democracia. Lamentablemente, no existen en la mayoría de las democracias contemporáneas.

Entre 1968 y 1989 Panamá vivió una dictadura que al menos entre 1969 y 1981 tuvo muchos elementos positivos y progresivos, aunque muchos otros no. Pero estos elementos no surgían de las personas, de sus necesidades, exigencias y convicciones interiores, y se perdieron rápidamente porque la población no supo aprovecharlos y defenderlos. Ahora vivimos una “democracia” fundamentada en la inequidad, en la acumulación de capital, en un pésimo sistema educativo y en ignorar las artes y la cultura como elementos de liberación.

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Estoy impresionada de que hubieras hecho una conexión entre Eadward Muybridge y el periodista fotográfico. Viajamos a los tiempos primitivos del cine. ¿Tenías una razón particular para elegir esto?

Hay varias razones: una, supongo que por el interés internacional en su posición geográfica, sobre todo desde el siglo 19, la región central o interoceánica de Panamá ha sido ampliamente documentada fotográfica y cinematográficamente. Sin embargo, en Panamá no tenemos fácil acceso a esas imágenes, que documentan la pobreza extrema de un país que hoy en día se proyecta como “el Dubai de las Américas”. En el caso de Muybridge, él huyó de la justicia de EEUU a Panamá luego de asesinar a un hombre; fotografío detalladamente la región a lo largo del ferrocarril de Panamá, región que se convertiría en el Canal de Panamá y la Zona del Canal; y proporciona un eslabón entre la fotografía y el cine, eslabón fundamental para Diciembres y sus reflexiones sobre el poder de la imagen fotográfica, cinematográfica y de video. Otra razón son los orígenes nada inocentes de la imagen cinematográfica, del cine, y las contradicciones de nuestro arte. El fotógrafo de Diciembres, cuyo nombre desconocemos, piensa que si documenta la inminente crueldad de la Invasión militar de EEUU a Panamá ese diciembre de 1989, podrá denunciar esta agresión brutal e innecesaria ante el mundo. Pero también es consciente que su manera de crear imágenes viene de un arte cuyos químicos y mecanismos tienen orígenes militares, y que fue ampliamente utilizada para promover el colonialismo y la explotación del “tercer mundo”. 

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Enrique Castro Ríos/Derechos Humanos en el cine Mejor Película (Diciembres)

Has presentado los eventos históricos de una manera semi-dramática y semi-documental.  Creo que los que conocen sus propias historias y culturas son buenos directores como tú. Pienso que, las personas después de habrán visto tu película, van a investigar toda la historia que has reflejado detalladamente sobre Panamá, porque la película es una película de “conciencia”. ¿Qué piensas sobre esto?

Realmente espero que este sea el caso. Hasta ahora lo ha sido para varias personas no panameñas que han visto Diciembres, como mis asesores de guion y de proyecto, que interesados o conmovidos por la historia han buscado más información sobre los eventos en torno a la Invasión militar de Estados Unidos a Panamá. Sin embargo, hasta ahora no he sabido de jóvenes en Panamá, de esa generación que nació y creció después de la Invasión, que hayan hecho lo mismo, para informarse a pesar del silencio de sus padres y de la nación sobre el tema. Pero espero que así sea. 

“ES MÁS FÁCİL NO CAER EN LA OSCURİDAD EN PRİMER LUGAR”

  Cuando los derechos humanos y la civilización no están en nuestra vida, posiblemente se aparece la guerra y violencia, por lo razón esta película es muy delicada. ¿Cómo podemos pasar de la oscuridad a la luz?

Es más fácil no caer en la oscuridad en primer lugar. Es importante, tanto en el caso de las Américas como de otros continentes, que los EEUU —pero también Rusia, China, Gran Bretaña, Francia, Italia, Israel, Arabia Saudita… — dejen atrás sus políticas de imponerse por la violencia (sea violencia comercial, cultural o militar) sobre otras naciones, ya sea por medio de sus propios actores y tropas o a través de los actores y tropas de sus aliados locales. Debemos entender que la violencia económica o militar que hoy ejerce una nación sobre otra rebotará hacia quien la ejerce por medio de oleadas de migrantes que buscan sustento, con todo derecho, o de impredecibles ataques terroristas. Por no mencionar el medio ambiente, la naturaleza que nos contiene a todos, en la que cada acción negativa tendrá un efecto cada vez mayor a nivel global.

Hay muchas cosas que no sabemos en el pasado, es muy significativo tener una visión a través de las películas. ¿Puede ser que este el objetivo y la misión de la película?

En el caso de Diciembres, este es su objetivo y misión. Pero el cine tiene una contradicción de raíz: es simultáneamente arte e industria, proyección/reflexión de vidas humanas en pantalla y entretenimiento. En mi país, tan lleno de problemas, muchas de las películas que se están realizando son escapes a la vida diaria y no buscan reflexionar sobre la misma.

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¿Crees que una persona que vive todas las miserias se puede sobrevivir?

Es posible. Pero no debe ser el caso, y cada vez tenemos más opciones para evitar “todas las miserias”, para vivir y no sólo sobrevivir; pero también hay un número creciente de personas, de todos los estratos sociales, opuestas a un mundo más justo.

No elegiste dirigir una historia con una base psicológica fuerte de una manera ordinaria, al contrario; la diste una nueva forma con las escenas inolvidables y emocionantes. La etapa de las escenas y la forma de narración en que tu cumpliste, fueron bastante experimentales. Para mí, no deben ser difíciles de usar bien todos los materiales a mano si sabes cómo manejar la película. ¿Qué crees?

Parte de mi objetivo de experimentar con la forma, los elementos visuales y sonoros de Diciembres, era ir más allá de contar una historia con la que la audiencia se identificara a lo largo de la película para luego olvidarla al encenderse las luces del teatro. Quería provocar a las audiencias con su identificación con los personajes, pero también confrontándoles con hechos reales por medio de fotografías históricas y pietaje de archivo.

El niño mató al ave, porque creció en violencia, ¿también se afectado negativamente?

El Niño, que en el guion llamamos Pelaíto (de “peladito”, que no lleva casi ropa en el calor del trópico… ) crece en la violencia del silencio de su madre y el rechazo de su abuela. La violencia del olvido histórico, del desenraizamiento, el crecer sin raíces. Pero es común entre los niños el apuntar un arma como un “biombo” o tirachinas a un animal y pretender que no lo vamos a lastimar, y matarlo, y llorarlo. Es un querer demostrar nuestra capacidad de ejercer violencia, para luego resentir en nosotros mismos las consecuencias de esa violencia.

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“EEUU TAMBİÉN ESTÁ ENTRE LOS PRİNCİPALES PAÍSES DE RİESGO PARA LOS PERİODİSTAS”

Los periodistas están en peligro de perseguir las realidades, ¿Qué se debe hacer para prevenir esto? ¿Podemos hablar de libertad en los medios?

No, no podemos al momento, y ahora los EEUU también está entre los principales países de riesgo para los periodistas. Y no tengo idea de cómo salvaguardar sus vidas y la integridad de su trabajo.

El Departamento de Estado y las fuerzas armadas de los EEUU buscaron controlar cada aspecto de la cobertura medial de su Invasión a Panamá. Previo a la Invasión, capturaron y mantuvieron encerrados a un gran número de sus periodistas, supuestamente para protegerlos, y del ataque mismo sólo se obtuvieron las imágenes grabadas por soldados-camarógrafos y soldados-fotógrafos de los EEUU. Lamentablemente, estos mismos periodistas luego le proporcionaron una cobertura sumamente positiva a la Invasión, legitimándola.

Muy pocos periodistas y fotógrafos pudieron romper este cerco medial, a propósito o por casualidad, incluyendo el fotógrafo español Juan “Juantxu” Rodríguez, quien se encontraba de paso en Panamá junto con la periodista española Maruja Torres, rumbo a realizar un reportaje en El Salvador sobre los seis curas jesuitas también españoles que habían sido asesinados por el ejército de ese país unos meses antes. Juantxu documentó los primeros dos días de la Invasión pero fue interceptado junto con otros periodistas por una tanqueta del ejército de los EEUU, que los ametralló, asesinando a Juantxu. Sus rollos fotográficos fueron confiscados junto con los de los demás periodistas, y sólo se salvaron unas cuantas fotos. Juantxu es el personaje real que inspira el personaje ficticio del fotógrafo en Diciembres.


Había imágenes y videos muy especiales en la película, para mi estas imágenes y videos hicieron la película especial. ¿Cómo conseguiste todo? ¿Te puso en una posición difícil?

Tuvimos el apoyo de una casa de producción en los EEUU llamada “The Empowerment Project”, que produjo el documental ganador del Premio de la Academia “The Panama Deception”, sobre el papel colaboracionista de los medios de comunicación estadounidenses con las fuerzas armadas de los EEUU. En 1990 ó 1991 The Empowerment Project solicitó la desclasificación de material audiovisual grabado por dichas fuerzas armadas durante la Invasión. Increíblemente, el material se desclasificó con una inocencia impresionante, mostrando cosas atroces que jamás se desclasificarían hoy en día: el humillante tratamiento de los soldados panameños prisioneros, el cinismo de los soldados estadounidenses frente a la resistencia de las tropas panameñas a su ataque, el terror de los civiles atrapados en el fuego cruzado.Aunque The Empowerment Project hizo copias de todo este material para al menos una casa de producción en Panamá, de las treinta cintas copiadas sólo se usaron los mismos cuatro o cinco minutos una y otra vez. Sabíamos de la existencia de este material, pero también de su posterior deterioro, por lo que nos comunicamos con The Empowerment Project desde antes del rodaje para eventualmente obtenerlo. Ellos nos lo proporcionaron sin costo, salvo el de digitalización. Al tratarse de grabaciones realizadas por un órgano del gobierno de los EEUU, al desclasificarse se convertía en un material de derechos abiertos. Aunque siempre planeábamos incluir este pietaje en el filme, lamentablemente no lo obtuvimos hasta después del rodaje; haberlo visto antes de seguro habría cambiado un poco nuestra forma de rodar.  

Panamá¿Tardó mucho tiempo en filmar?

Nuestra filmación fue de apenas seis semanas, la norma para un largometraje en Panamá, pero nuestro proceso de edición fue largo y complejo, prolongándose por tres años. Fue realmente exhaustivo y agotador.

“PANAMÁ HA ATRAVESADO MOMENTOS DE ENORME RİQUEZA”

Transmitiste lo que has experimentado en la película sobre tu propio país, y esas experiencias te han llevado hasta el día de hoy. ¿Qué nos dices de la situación de Panamá? ¿Cuál es la diferencia entre el pasado y el presente?

Panamá ha atravesado momentos de enorme riqueza, como en el presente o cuando se transportó el oro saqueado del Perú por nuestro istmo, así como de una pobreza terrible. El problema de la situación de Panamá es que esos momentos de riqueza también son momentos de una brutal inequidad, en los que la riqueza se acumula en un puñado de personas, como ocurre en el presente. También tenemos el problema de que muchas veces nuestros momentos de auge se deben a sufrimientos ajenos: el oro saqueado del Perú, que costó la vida de muchísimos indígenas y africanos, o los auges de Panamá durante las guerras mundiales por el tránsito de barcos militares. Si no buscamos ingresos que no dependan del sufrimiento ajena y los distribuimos equitativamente por medio de la salud y la educación, vamos a seguir en esta montaña rusa de momentos de auge y de pobreza. 

Algunas cosas (positivas y negativas) deben suceder en la vida para que las esperanzas florezcan. Pero hay un problema común que nos afecta a todos: el odio y la ira.  ¿Cómo crees que este problema se supera?

Quizá con la empatía, entendiendo que aquellas personas que tememos son personas como nosotros, con preocupaciones, temores, retos y sueños como nosotros. Hablando años atrás sobre este tema, que si sería posible producir arte desde el odio, un profesor de dibujo me dijo que para él no era posible, pero sí desde el enojo, incluso la ira. Si logramos que no evolucione y se transforme en odio, si mantenemos como objetivo un mejor futuro para todas y todos, puede ser una fuerza creativa poderosa. Lamentablemente también hay trabajos impactantes que provienen, en el fondo, del odio, como Olimpia o Triunfo de la voluntad de Leni Riefenstahl. Hay que ser vigilantes y mantener la mirada clara. 

Por un lado, había una música latina por otro lado había tanto dolor y guerra, creo que la música estaba aliviando el nuestro dolor. Estabas refiriéndote a la paz mostrando la guerra para que tuviéramos un buen futuro. ¿Verdad?

Hay una pieza musical que se repite varias veces a lo largo del filme, “He perdido contigo” de Luis Cárdenas, cantada en nuestro filme por María Teresa Vera. Es un bolero o música suave que habla de una mujer que no es capaz de soltar un viejo amor y por ello se cierra a nuevos amores. Por sugerencia de un colaborador, nos pareció perfecta para Diciembres porque nuestra Anciana no acepta la muerte de su hijo, el fotógrafo asesinado en la Invasión, y por lo tanto no se abre al amor de su nuera y de su nieto. Pero me alegra que también se interprete como un bálsamo al dolor de la guerra. 

“TENGO VAGOS RECUERDOS DE VER A Mİ ABUELA MAQUİLLÁNDOSE CON UNA BASE DE MAQUİLLAJE MÁS CLARA QUE SU COLOR DE PİEL”

Has logrado utilizar un sofisticado lenguaje cinematográfico e invitaste fácilmente las personas a tu mundo. Por ejemplo, la secuencia de dormitorio que resume un evento completo fue realmente muy original. La juventud de la mama, la pequeñez de su hijo, el crecimiento de su hijo está en la misma secuencia… ¿De dónde vino esto a tu mente?

No sabría decirte. La Anciana de la película es un personaje fuertemente basado en mi propia abuela, una mujer poderosa de fuertes rasgos indígenas que sin embargo renegaba su ascendencia indígena y me hablaba abierta y orgullosamente de haber “mejorado la raza” casándose con hombres de piel blanca y que por eso yo no sufriría lo que ella sufrió “por negra”.Tanto la escena del tendedero (cuando la Anciana vieja y joven cuelga la ropa y su pequeño hijo la observa) como la escena del maquillaje están basadas en esta crisis, en esta contradicción latinoamericana de ser algo y renegarlo, incluso detestarlo. Tengo vagos recuerdos de ver a mi abuela maquillándose con una base de maquillaje más clara que su color de piel, o de tías empolvando fuertemente a primas cuya piel era “café con leche” y no “leche con café”. Creo que de allí vienen estas escenas. Cuando su fantasmagórico hijo aparece, echa por el suelo los esfuerzos de su madre de negar lo que ella es. 

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“LO QUE MÁS ME GUSTÓ E İMPRESİONÓ FUE LA RELACİÓN DE LA GENTE HACİA LOS ANİMALES CALLEJEROS”

¿Has llegado a Turquía por primera vez? ¿Qué opinas sobre Turquía?

Me encantó Estambul y me encantaría volver y pasar más tiempo junto con mi familia, que también participó en Diciembres. Estambul me pareció una ciudad hermosa y mágica, con una relación mucho más estrecha con el mar que mi nativa ciudad de Panamá, la cual ha ido perdiendo esta relación marina a medida que se “moderniza”. Pero lo que más me gustó e impresionó fue la relación de la gente hacia los animales callejeros, tanto perros como gatos, una relación de cuido y de respeto. Ojalá otros países sepamos emularla. 

¿Continuarás dirigiendo con documentales largometrajes o películas largometrajes?

Me gusta mezclar medios, estilos y géneros (fotografía, cine y video; archivo y pietaje original; drama, filme anti-bélico y cine fantástico; documental y ficción), porque cada uno de ellos aporta algo especial que enriquece nuestra relación ya establecida con el cine, y porque siento que esta sinfonía refleja mejor mi manera asociativa y desordenada de tratar de entender y darle sentido a la vida.  

¿Cómo son los comentarios sobre la película en tu país?

Varían muchísimo, desde los muy positivos, por ejemplo de las personas que provienen de las comunidades más afectadas por la Invasión, hasta los muy negativos, de críticos y colegas locales. La Invasión es un tema muy controvertido entre mi generación: mucha gente apoyó o celebró el ataque de las fuerzas armadas de EEUU y lo entendió como una liberación. Algunas de estas personas han cambiado de parecer con los años, otras no. Hoy día tenemos nuevas generaciones que no tienen idea de lo que ocurrió el 20 de diciembre de 1989. Además, en Panamá tenemos una manera bastante tradicional y conservadora, incluso comercial, de entender el cine: como entretenimiento; como obligado a contarnos historias muy comprensibles en tres actos que eleven el espíritu; como productos mono-culturales y monolingües. Y Panamá no es así, para nada: es diversidad, caos y contradicción. Creo que mi propuesta de un cine polifacético también provoca el rechazo de muchas personas en mi país. 

“LA VİSİÓN DE LO QUE ES CİNE EN PANAMÁ ESTÁ MUY SESGADA POR EL CİNE COMERCİAL HOLLYWOODENSE”

¿Es difícil filmar películas en Panamá? ¿Y qué piensas sobre el interés en las películas?

En Panamá tenemos numerosos retos. Aunque hay un fondo muy generoso, el mismo proviene del Ministerio de Comercio e Industrias y no de un Ministerio de Cultura, que no existe en Panamá, donde las artes y las culturas no son consideradas fundamentales a la nación. Aunque este Ministerio de Comercio e Industrias se ha preocupado de involucrar cineastas regionales de alto nivel como jurados en sus selecciones de proyectos, hay otras acciones que deben realizarse —establecer una cinemateca; organizar cursos y talleres; asesorar proyectos; crear foros y encuentros entre cineastas— que no necesariamente son responsabilidades de un Ministerio de este tipo. Además, luego de casi cien años de ocupación civil y militar estadounidense, la visión de lo que es cine en Panamá (y del mundo, las artes, la cultura en general) está muy sesgada por el cine comercial hollywoodense, mucho más que en otros países de la región. Sin embargo, el cine, como un conjunto de expresiones artísticas fácilmente reproducible, es invaluable como foro para analizar, discutir y quizá llegar a entender el mundo desde una perspectiva de pueblo, en este caso de las naciones y pueblos que conforman la nación y pueblo panameños.

¿Qué dices de tu próximo proyecto?

Tengo varias ideas en mente, que en su mayoría proponen mezclar la ficción y el documental, el pasado y el futuro, así como diversos géneros dramáticos. Además, como papá, estoy sumamente preocupado por el cambio climático y demás grandes retos ambientales. Pero no he tenido el tiempo para desarrollar estas ideas, algo que espero que cambie próximamente.     

Reportera: Arzu Çevikalp

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